Saludo del Presidente
Después del gran trabajo realizado durante 25 años y reconocido, a nivel local, nacional y europeo, en la acogida, atención y orientación de miles de personas procedentes de la inmigración, principalmente de Marruecos y de diferentes países de religión musulmana. creemos que ha llegado el momento de trabajar por la ciudadanía de manera real y efectiva, dejando de considerar inmigrantes a los ciudadanos que ya llevan años con nosotros, tanto los de primera generación, como los hijos ya nacidos aquí o llegados desde muy pequeños. Para ello es necesario que se involucren todas las instituciones, colectivos y sociedad civil, pues de ello depende en gran parte la convivencia y la cohesión social en nuestros barrios y ciudades.
Entre nosotros residen, no inmigrantes, si no ciudadanos con derechos y deberes, en igualdad de oportunidades. Por ello, nuestro trabajo como fundación estará destinado, sobre todo, a los jóvenes, hijos de padres procedentes de la inmigración, para que puedan disfrutar del reconocimiento de la plena ciudadanía activa y real en educación, empleo, cultura, economía y política.
La creciente islamofobia y el crecimiento de partidos políticos racistas y xenófobos en Europa nos obliga a estar preocupados y en alerta, pues en una sociedad democracia son inaceptables grupos o personas que alienten el odio y la discriminación contra el otro.
Por otra parte, que un joven de origen musulmán nacido entre nosotros, considere que es mejor involucrarse en la violencia y morir que desarrollar una vida en Europa, es la demostración clara del fracaso de nuestras sociedades con estos jóvenes. En el trabajo diario con ellos es necesario tener en cuenta el contexto internacional y el local para que se sientan musulmanes europeos y tengan un sentimiento de perder tenencia al espacio en el que viven.
La interrelación entre musulmanes y no musulmanes es una prioridad de nuestra entidad, pues es una asignatura pendiente claramente en nuestros barrios.
Contamos con todas aquéllas personas que quieran acompañarnos en esta difícil pero apasionante tarea, que va seguir estando muy presente , ya que la pobreza, la falta de oportunidades, el cambio climático y otros factores van a seguir empujando a la inmigración a salir de sus países de origen y a jugarse la vida, si hace falta , para conseguir un futuro mejor.
La diversidad es una fuerza única y un componente esencial de nuestra salud social.
Vivir y convivir juntos: el objetivo.
Mohammed Chaib
Presidente de la Fundación Ibn Battuta